El despido disciplinario es una de las formas más comunes de extinción de un contrato laboral en España. Como parte del ámbito del Derecho Laboral, este tipo de despido se caracteriza por la resolución unilateral del empleador en respuesta a una conducta inapropiada o incumplimiento grave por parte del trabajador.
En este artículo exploraremos en profundidad qué es un despido disciplinario, las causas y consecuencias y las posibles indemnizaciones, así como lo que debe hacer un trabajador frente a esta situación.
¿QUÉ ES UN DESPIDO DISCIPLINARIO?
Un despido disciplinario, también conocido como despido por causa justificada o despido por falta grave, es una decisión unilateral del empleador de dar por terminado el contrato laboral debido al incumplimiento grave de las obligaciones laborales por parte del trabajador.
En esencia, se trata de un acto de sanción por parte del empleador como respuesta a una conducta indebida, un comportamiento repetitivo que infringe las normas laborales o un incumplimiento grave de las obligaciones contractuales.
Este tipo de despido se diferencia de otras formas de terminación del contrato laboral, como el despido objetivo o el despido colectivo, que tienen causas específicas y procedimientos legales distintos. El despido disciplinario se basa en la gravedad de las acciones del trabajador y requiere que el empleador cumpla con ciertos requisitos legales para que sea válido.
CAUSAS DE UN DESPIDO DISCIPLINARIO
Las causas que pueden dar lugar a un despido disciplinario están reguladas por la legislación laboral en España, específicamente en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores.
Éstas son algunas de las causas comunes que pueden justificar un despido disciplinario.
1. Faltas de asistencia no justificadas
El ausentismo laboral sin causa justificada o sin notificación previa al empleador puede ser motivo de un despido disciplinario cuando se produzca de forma repetida y en función de lo que disponga el Convenio Colectivo de aplicación.
2. Incumplimiento grave de las obligaciones laborales
Si un trabajador incumple de manera grave y reiterada sus obligaciones laborales, como no realizar sus tareas, no seguir las instrucciones del empleador o no cumplir con los horarios, puede dar lugar a un despido disciplinario como sanción a una infracción muy grave.
3. Conducta inapropiada
La mala conducta en el lugar de trabajo, como el acoso, la violencia, el robo o cualquier otra conducta inapropiada como la embriaguez o toxicomanía, puede justificar un despido disciplinario.
4. Desobediencia a las órdenes del empleador
La desobediencia a las órdenes directas y razonables del empleador puede considerarse un incumplimiento grave y dar lugar a un despido disciplinario.
5. Competencia desleal
La competencia desleal, como trabajar para un competidor mientras se mantiene un contrato laboral, también puede ser motivo de despido disciplinario.
Éstas son sólo algunas de las causas que pueden justificar un despido disciplinario en España. Es importante que el empleador justifique de manera adecuada y proporcional la causa del despido, cumpliendo con los requisitos legales.
CONSECUENCIAS DE UN DESPIDO DISCIPLINARIO
Un despido disciplinario puede tener importantes consecuencias tanto para el empleador como para el trabajador. A continuación, se detallan algunas de las principales consecuencias de este tipo de despido.
1. Pérdida del empleo
La consecuencia más evidente del despido disciplinario es la pérdida del empleo por parte del trabajador y la pérdida de la antigüedad en la empresa. A partir del momento en que se comunica el despido, el vínculo laboral se da por terminado.
2. No se paga indemnización
A diferencia del despido objetivo, en el despido disciplinario el trabajador no tiene derecho a recibir una indemnización por despido. Esto se debe a que se considera que la causa del despido es imputable al trabajador y, por lo tanto, no se aplica la indemnización prevista en el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores.
3. Derecho a prestaciones por desempleo
A pesar de la falta de indemnización por despido, el trabajador despedido disciplinariamente puede tener derecho a solicitar prestaciones por desempleo si cumple con los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Esto proporciona un apoyo financiero temporal mientras busca un nuevo empleo.
4. Derecho a impugnar el despido
El trabajador tiene el derecho legal de impugnar un despido disciplinario si considera que ha sido injustificado o que el procedimiento no se ha llevado a cabo correctamente. Para hacerlo, debe presentar una demanda ante los tribunales laborales correspondientes, siempre agotando el trámite de conciliación previa.
5. Posible reclamación de daños y perjuicios
Si el trabajador considera que el despido ha causado daños y perjuicios injustificados, puede iniciar una acción legal para reclamar una compensación adicional.
INDEMNIZACIÓN Y PREAVISO EN UN DESPIDO DISCIPLINARIO
Como hemos apuntado, en un despido disciplinario el trabajador no tiene derecho a recibir una indemnización (pero sí el finiquito). La razón radica en la consideración de que la causa del despido es atribuible al propio trabajador debido a su conducta inapropiada o incumplimiento grave de las obligaciones laborales.
En cuanto al preaviso, el empleador no está obligado a otorgar un período de preaviso al trabajador en caso de un despido disciplinario. Sin embargo, si se proporciona un preaviso, el trabajador debe cumplir con sus tareas laborales durante ese período, y el incumplimiento puede ser motivo adicional de despido disciplinario.
¿QUÉ HACER EN CASO DE UN DESPIDO DISCIPLINARIO?
Enfrentarse a un despido disciplinario puede ser una experiencia emocionalmente agotadora. Te damos algunos consejos a considerar si estás en esta situación.
1. Obtén una copia de la carta de despido
El primer paso es solicitar una copia de la carta de despido, que debe incluir la causa específica del despido. Esto es esencial para comprender las razones detrás de la decisión del empleador.
2. Evalúa la justificación del despido
Revisa cuidadosamente la causa proporcionada por el empleador y sopesa si está justificada. Si tienes dudas o crees que el despido es injusto, considera buscar asesoramiento legal.
3. Consulta a un abogado laboral
Es altamente recomendable que busques el asesoramiento de un abogado especializado en Derecho Laboral. Él podrá evaluar tu situación, explicarte tus derechos y opciones, y ayudarte a tomar decisiones informadas.
4. Impugna el despido
Si consideras que el despido es injustificado, puedes impugnarlo presentando una demanda ante los tribunales laborales. Tu abogado te guiará a través de este proceso y te representará en la audiencia.
5. Evalúa el Impacto en tus derechos laborales
El abogado también puede ayudarte a determinar si tus derechos laborales, como las prestaciones por desempleo, se ven afectados por el despido y cómo proceder en consecuencia.
6. Mantén una comunicación profesional
A pesar de la tensión emocional que puede ocasionar un despido disciplinario, es importante mantener una comunicación profesional y respetuosa con el empleador. Esto puede ser beneficioso en caso de futuras negociaciones o procesos legales.
PLAZO PARA IMPUGNAR UN DESPIDO DISCIPLINARIO
En caso de ser despedido disciplinariamente, el trabajador tiene derecho a impugnar el despido ante la jurisdicción social. Para ello, debe presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social en el plazo de 20 días hábiles desde la notificación del despido, agotando previamente el trámite de la conciliación previa a demanda.
En la demanda, el trabajador debe alegar las razones por las que considera que el despido es improcedente o nulo.
En caso de que el despido sea declarado improcedente, el trabajador tendrá derecho a la readmisión en el trabajo con abono de los salarios dejados de percibir hasta que se produzca la readmisión o a una indemnización de 33 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los periodos de tiempo inferiores a un año.
En caso de que el despido sea declarado nulo, el trabajador tendrá derecho a la readmisión en el trabajo con el abono de los salarios de tramitación, que son los salarios que el trabajador hubiera percibido desde la fecha del despido hasta la fecha de la readmisión.
En última instancia, el despido disciplinario es una medida que los empleadores pueden tomar en respuesta a acciones inapropiadas o incumplimientos graves por parte de los trabajadores. Sin embargo, es importante que se lleve a cabo de acuerdo con la legislación laboral y que los trabajadores comprendan sus derechos y opciones en caso de enfrentarse a esta situación. En este contexto, contar con el asesoramiento de un abogado laboralista puede marcar la diferencia en la resolución de un despido disciplinario.
En Derechos del trabajo contamos con abogados especialistas en despidos con amplia experiencia y te ofrecemos una atención personalizada y de calidad. Somos los abogados más económicos del mercado dentro del ámbito laboral, minimizamos costes y sólo cobramos si tú ganas.