En un contexto donde el despido y sus consecuencias económicas están bajo constante escrutinio, el Tribunal Supremo de España se prepara para pronunciarse sobre una cuestión clave: ¿pueden las indemnizaciones por despido superar el máximo legal establecido?
Las recientes sentencias de los tribunales superiores de justicia de Cataluña y el País Vasco han dado indicios de los criterios que se tendrán en cuenta a la hora de fijar estas compensaciones “extraordinarias” y los límites para evitar abusos.
EL MÁXIMO LEGAL: UN TOPE EN DEBATE
En España, la indemnización por despido improcedente está regulada con un tope de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Sin embargo, algunos tribunales han comenzado a reconocer indemnizaciones adicionales en casos excepcionales. Estos casos han surgido cuando el despido se percibe como especialmente lesivo o injustificado, como cuando el despido es considerado “fraudulento” o “arbitrario”.
LAS “LÍNEAS ROJAS” MARCADAS POR LOS TRIBUNALES
Para que una indemnización superior sea concedida, el trabajador debe demostrar tres circunstancias clave:
- Insuficiencia de la compensación legal: Si la indemnización máxima es considerada insuficiente frente a los daños económicos causados por el despido.
- Fraude de ley o arbitrariedad: Cuando el despido responde a prácticas dudosas, como evitar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) u otros motivos arbitrarios sin justificación clara.
- Demostración de perjuicio económico: El trabajador debe cuantificar de forma específica los daños sufridos.
Por ejemplo, en un caso donde se concedió una indemnización adicional, una trabajadora fue despedida sin justificación razonable poco antes de que su empresa declarara un ERTE, lo que se consideró como una estrategia para excluirla del beneficio de dicho expediente.
LA IMPORTANCIA DE LA JUSTIFICACIÓN EN LAS CARTAS DE DESPIDO
Una lección clave de estas resoluciones es la importancia de las cartas de despido detalladas. Según los jueces, las cartas “de medio folio”, sin explicación exhaustiva, pueden dar pie a sospechas de arbitrariedad y, en consecuencia, a indemnizaciones mayores. Las empresas, por lo tanto, deben esforzarse en justificar adecuadamente las causas del despido para evitar que se interprete como una decisión injusta.
LA INSEGURIDAD JURÍDICA Y EL FUTURO DEL DESPIDO EN ESPAÑA
La resolución del Supremo aclarará el criterio para aplicar estas indemnizaciones adicionales, pero hasta entonces, tanto empresas como trabajadores se enfrentan a un alto grado de incertidumbre. Desde el Gobierno y los sindicatos, se discute la posibilidad de reformar el Estatuto de los Trabajadores para establecer criterios claros que regulen estos supuestos de manera explícita.
Desde Derechos del Trabajo recomendamos tanto a empresas como a empleados mantenerse informados sobre estas novedades. Las resoluciones judiciales actuales marcan un antes y un después en la gestión de despidos y son esenciales para entender cómo proceder en cada caso.