¿En qué fijarse al firmar un contrato de trabajo?

Contrato indefinido

El contrato indefinido es aquel que no tiene una fecha de finalización establecida. Ofrece estabilidad laboral y derechos plenos en términos de indemnización por despido y prestaciones sociales. Asegúrate de que el contrato especifica claramente que es de carácter indefinido.

Contrato temporal

Este tipo de contrato tiene una duración determinada y está sujeto a condiciones específicas:

• Contrato por obra o servicio: Para realizar una tarea concreta con autonomía y sustantividad propia dentro de la actividad de la empresa.
• Contrato eventual por circunstancias de la producción: Para atender incrementos puntuales de la actividad empresarial.
• Contrato de interinidad: Para sustituir a trabajadores con derecho a reserva del puesto.

Es fundamental verificar que la causa de temporalidad esté bien justificada y acorde con la legalidad vigente.

Contrato a tiempo parcial

En este contrato, la jornada laboral es inferior a la completa. Debe especificarse el número de horas al día, a la semana, al mes o al año, así como su distribución.

Contrato de formación y aprendizaje

Destinado a jóvenes entre 16 y 25 años (o 30 años, dependiendo de la normativa vigente) que buscan compatibilizar trabajo y formación. Debe incluir un plan formativo detallado.

El contrato debe incluir los datos completos tanto del empleador como del empleado:

• Empleador: Razón social, CIF, dirección y representante legal.
• Empleado: Nombre completo, DNI/NIE, dirección y datos de contacto.

Verifica que tus datos personales estén correctos para evitar problemas futuros.

Es vital que el contrato detalle:

• Categoría profesional: Define tu posición en el organigrama y el convenio colectivo aplicable.
• Descripción de funciones: Lista clara y detallada de las tareas que deberás realizar.
• Lugar de trabajo: Dirección física donde desempeñarás tus funciones, incluyendo posibles desplazamientos o movilidad geográfica.

Esta información previene asignaciones de tareas que no correspondan a tu categoría o cambios de ubicación no acordados.

La remuneración es uno de los aspectos más críticos:

Salario base

Debe especificarse el salario bruto anual o mensual, indicando si incluye o no las pagas extras.

Complementos salariales

• Antigüedad.
• Peligrosidad.
• Nocturnidad.
• Disponibilidad.

Estos complementos deben detallarse y cuantificarse.

Pagas extraordinarias

En España, es común recibir dos pagas extras (en julio y diciembre). El contrato debe indicar si estas pagas se prorratean mensualmente o se abonan en las fechas establecidas.

Beneficios adicionales

• Bonificaciones.
• Comisiones.
• Seguro médico.
• Plan de pensiones.
• Vales de comida o transporte.

Asegúrate de que todos los beneficios acordados verbalmente estén reflejados por escrito.

El contrato debe especificar:

• Horas diarias y semanales: La jornada máxima legal es de 40 horas semanales.
• Distribución horaria: Horario de entrada y salida, pausas, turnos rotativos.
• Horas extra: Condiciones bajo las cuales se pueden realizar y su compensación (económica o en tiempo libre).

Conocer tu jornada te permite organizar tu vida personal y laboral de manera efectiva.

El periodo de prueba es el tiempo durante el cual ambas partes pueden rescindir el contrato sin necesidad de alegar causa ni indemnización. Debe cumplir con los límites legales:

• Duración máxima: Varía según el convenio colectivo y la categoría profesional, pero generalmente no excede los seis meses para técnicos titulados y dos meses para el resto.

Asegúrate de que esta cláusula esté claramente definida y que su duración sea acorde con la ley.

Vacaciones anuales

• Duración mínima: 30 días naturales al año o lo establecido en el convenio colectivo.
• Distribución: Si se pueden tomar de forma fraccionada o continuada.
• Periodo de disfrute: Condiciones para solicitar y acordar las fechas.

Permisos retribuidos

El contrato debe contemplar los permisos retribuidos por:

• Matrimonio.
• Nacimiento de hijo.
• Fallecimiento de familiares.
• Mudanza.
• Deber inexcusable de carácter público.

Conocer estos derechos te permite planificar ante eventualidades.

El convenio colectivo es fundamental, ya que regula aspectos no contemplados en el Estatuto de los Trabajadores o mejora las condiciones laborales. El contrato debe indicar claramente cuál es el convenio aplicable.

• Nombre del convenio.
• Ámbito territorial y funcional.

Revisa el convenio para conocer tus derechos en profundidad.

Cláusula de no competencia

Impide que trabajes en empresas competidoras durante o después de la relación laboral. Para ser válida, debe:

• Ser compensada económicamente.
• Tener un límite temporal y geográfico razonable.

Cláusula de exclusividad

Te prohíbe realizar otras actividades laborales por cuenta propia o ajena. Debe estar claramente justificada y compensada.

Cláusula de confidencialidad

Obliga a mantener en secreto información sensible de la empresa. Es común en puestos con acceso a datos estratégicos.

Pacto de permanencia

Te compromete a permanecer en la empresa durante un tiempo determinado, generalmente a cambio de formación especializada. Debe ser proporcional y justificado.

Es crucial entender y evaluar el impacto de estas cláusulas en tu vida profesional y personal.

Desde la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), es obligatorio que el contrato incluya información sobre el tratamiento de tus datos personales. Debe especificar:

• Finalidad del tratamiento.
• Derechos del trabajador.
• Medidas de seguridad.

Asegura tu privacidad y conoce cómo se utilizarán tus datos.

El contrato debe detallar:

• Plazos de preaviso: Tanto para el trabajador como para el empleador en caso de rescisión.
• Causas de extinción: Además de las legales, puede incluir otras pactadas.

Conocer estas condiciones te permitirá planificar mejor en caso de querer finalizar la relación laboral.

Aunque el contrato se rige por la legislación española y el Estatuto de los Trabajadores, es importante que esto esté reflejado. Además, en caso de conflictos, debe indicarse la jurisdicción competente.

Finalmente, verifica que:

• Fecha de inicio: Indica cuándo comienzan tus obligaciones y derechos laborales.
• Firmas: Tanto tu firma como la del representante legal de la empresa deben estar presentes.

No firmes documentos en blanco ni aceptes empezar a trabajar sin un contrato firmado.

Lee todo el documento

Aunque pueda ser extenso y complejo, es vital leer todo el contrato, incluidas las letras pequeñas y anexos.

Consulta con un profesional

Si tienes dudas, no dudes en consultar con un abogado laboralista. En Derechos del Trabajo estamos a tu disposición para asesorarte.

No te sientas presionado

No firmes bajo presión. Tienes derecho a tomarte el tiempo necesario para revisar el contrato.

Conserva una copia

Una vez firmado, guarda una copia del contrato en un lugar seguro. Puede ser necesaria para futuras referencias o reclamaciones.

En conclusión, firmar un contrato de trabajo es un acto de gran relevancia que afecta tu futuro profesional y personal. Una lectura atenta y una comprensión profunda de sus términos y condiciones son esenciales para proteger tus derechos y evitar sorpresas desagradables.

En Derechos del Trabajo entendemos la importancia de este paso y ofrecemos nuestro conocimiento y experiencia para apoyarte en este proceso.